30 de septiembre de 2010

Sobre el amor y la amistad - II

30 de septiembre de 2010
Como lo prometido es deuda, aquí le dejo el segundo post sobre la amistad.

Como le dije, mi amistad con las niñas se complica a no ser que ellas sean como niños. Creo que es porque los niños son más descomplicados y a mí me da pereza ponerme con maricadas.

De mis amigos hombres hago énfasis en algunos:

Peque: Del peque ya les había hablado antes, él es el ex novio de dos de mis amigas de la sección anterior. Lo conocí en la Universidad, también es de Palmira y no merece ser mencionado porque es muy mal amigo. Es de esos descuidados de los que te enteras siempre por facebook, pero que igual cumple las características anteriormente mencionadas, y aunque hemos discutido, nos hemos dejado de hablar por mucho tiempo y ahora no sé casi nada de su vida, pues es mi amigo y lo quiero. Peque, si por casualidad lees esto: te odio.

Ricardo: Ricardo es un ser que suele no demostrar lo que siente, es un tipo que tiene una cuadrícula en su cabeza, es un viejito aunque ahora está dando muestras que está joven. Ricardo es un tipo muy inteligente y puede hacer cosas del carajo, pero por ciertos compromisos (a veces creo más impuestos que adquiridos), no hace todo lo que puede hacer. Con Ricardo es bacano sentarse a hablar paja, de política, de la vida. Y me encanta porque no es de esos sentimentales que se enojan cuando no los puedo ver. Es un ser demasiado racional, pero demasiado…y a veces me preocupa que no viva ni sienta por estar pensando.

El duro: la historia con el duro es bastante particular. Como les comenté antes yo llevaba gente a la universidad cuando trabajaba allá. El duro vino a ser uno de mis pasajeros. Al principio lo odiaba. El tipo no se callaba, siempre hablando y hablando y yo no soy así, especialmente cuando estoy manejando. Ese era mi espacio para pensar sobre las cosas, sobre lo que había pasado en el día y simplemente poner el cuerpo en piloto automático y dejar que la mente se fuera. El duro no me dejaba hacer eso, pues hasta que le dije. Además de eso, el tipo siempre era de esos hombres felices, optimistas, con la esperanza y la sonrisa siempre en la cara. Y yo detesto la gente así…es decir, para mí la tristeza y la nostalgia son sentimientos realmente inspiradores y son absolutamente necesarios en la vida. Fue mi pasajero como por dos años y el primer año fue un calvario, pero al segundo las cosas fueron cambiando hasta que ahora puedo decir que lo quiero mucho.

Antonio: Antonio, yo creo que este man es mi mejor amigo. Tenemos personalidades distintas (absolutamente distintas), pero debe ser por eso que nos llevamos tan bien. Él quiere que diga que no es un man bien, y bueno le doy gusto, no es un man bien ¬¬. Antonio se guarda todo (y como les dije, yo no me guardo nada), es complicado saber qué siente pero a veces llegamos a acuerdos. Es un man que la tiene clara, aunque a veces es un poco intenso con esto del emprendimiento y sus cosas del trabajo, pero pues se le perdona. Antonio y yo tenemos algo bacano, algo especial. Él sabe cuánto lo quiero. Yo creo que él me conoce más de lo que me conozco a mí misma, y cuando quiero buscar explicaciones o simplemente para hablar por horas y horas en el teléfono, ahí está. Antonio también es un man muy racional, a veces creo que él primero piensa y luego siente...a veces se le olvida pa qué está el estómago, las entrañas, el corazón...todo lo quiere encasillar en la cabeza...yo sinceramente creo que hay cosas que uno simplemente las siente y no las puede limitar a las palabras. Antonio y yo tenemos una promesa…faltan unos años, pero ahí está jeje.

Hay otros amigos que no quiero dejar de mencionar…tienen un gran espacio en mi corazón por diferentes motivos, hemos compartido cosas, momentos y vainas que los hacen especiales, pero es que si me pongo a hablar de cada uno, pucha, se me van 4 entradas más. Aquí están: Pedro, Chiqui, Juli, Alexis, Rubén, Ruthi (así nunca hablemos te quiero), Pipe (se está ganando un espacio en mi corazón por lo buen flatmate que es) y hasta el peludo. Si se me pasa alguno, no es porque no lo quiera, sino porque no tengo la cabeza bien puesta.

24 de septiembre de 2010

Sobre el amor y la amistad - III

24 de septiembre de 2010
Hoy es un día especial, así que me voy a saltar la parte II de estas entradas (la que habla de mis amigos hombres) y voy a hablar del amor. El baboso sabe por qué

Del Amor

Con respecto a esto, mi visión está un poco alejada de lo que todo el mundo piensa. Para mí, el amor es algo que dura para siempre; es por ésta razón que uno así de cagón como está, es muy difícil decir que se está o no enamorado. Uno siente muchas cosas que pueden llegar a ser amor, pero así como Jobs piensa que los puntos se unen en retrospectiva, yo pienso que sólo cuando esté vieja y arrugada, me doy cuenta si amé o no.

Ojo, no quiero que se confundan los conceptos. Sólo porque piense que vieja voy a saber si me enamoré o no, no voy a dejar de hacerlo…me explico: he dicho “te amo” mil veces, algunas de corazón otras por haberme dejado llevar por el momento. Lo que digo es que luego, es que me voy a dar cuenta si esas veces que dije “te amo” era REALMENTE amor. Es que mire, yo me pongo a ver lo que fueron mis relaciones y había sentimientos fuertes por esas personas, y escucho canciones y me acuerdo de lo bonito que era, pero a mí se me hace increíble que de un “amor así” (como creí tenerlo), ya no quede nada.

Tampoco tengo una definición de lo que es el amor, es simplemente algo que se siente, como la amistad, que se lleva dentro, se siente en el momento y se evalúa después. Tal vez luego si pueda decir para mí, qué es el amor, cuando lo tenga claro y cuando sepa si me enamoré o no. jaja pero me parecería muy cagada que bien vieja, me dé cuenta que el amor, nunca pasó por este corazoncito.

A riesgo de sonar más “drama queen” que siempre, puedo decir que para mí, “el amor” no ha sido una buena experiencia. Mi mamá siempre me ha dicho que tenga todos los novios que pueda; y pues chiquita nunca entendí por qué me decía eso. Ahora sí, pero no le voy a decir.

Yo no le voy a mentir, yo he puesto los cachos. Alguna vez pensé que era una zángana, pero luego me di cuenta que no, hasta juiciosa soy jeje. Mentiras baboso, tú sabes que sí.

Haciéndole caso a mi mamá, he tenido como unos 10 novios (novio, de esos que uno dice: ve, te presento a mi novio); la mayoría no han durado mucho. El primero duró como año y medio y se terminó porque la relación no sobrevivió a la transición colegio – universidad, obviamente estaba muy chiquita, pero aprendí. El segundo duró como año y ocho meses, pero no sobrevivió a la distancia. Con ese man aprendí muchas cosas (no piense porquerías), no le voy a contar cómo fue la relación…pero a grandes rasgos le puedo decir que con él aprendí que a veces es más duro soportar el dolor de la persona que uno quiere, que el propio. Aprendí que en la vida hay etapas que deben vivirse para no estarse desatrasando – o lamentando – después. Aprendí que los cachos no son buen negocio. Aprendí que lo que uno hace mal, tarde o temprano “se paga”. Aprendí a bajarle al orgullo y un montón de cosas que si usted me para bolas, después se va a dar cuenta a qué me refiero.

Los otros novios, me han enseñado cosas (pero algo así que uno diga uff, qué montón de cosas que aprendí, no) y que me perdonen si leen esto, pero yo creo que todos somos conscientes que han habido relaciones que te marcan más que otras, ¿no? Y bueno, no sé con claridad si esto sólo me pasa a mí o si otras viejas han experimentado lo mismo, pero yo creo que las viejas pasamos por etapas en estas cuestiones del “amor”, y bueno, eso está ligado a la madurez y al grado de comprensión de las cosas.

He visto que las viejas pasamos por tres etapas. Todo depende de cada una, pero generalmente cuando uno empieza a experimentar las hormonas y le empiezan a gustar los manes, nos fijamos más en los tipos “populares” y los que nos pueden dar cierto tipo de seguridad. Es por eso que empezamos a experimentar el man mayor (nosotras estábamos en noveno y nuestros novios estaban ya en la universidad), el tipo popular, algunas se van por los tipos bonitos, grandes (musculosos), y ese “primer amor” generalmente dura mucho tiempo y es tan lindo que uno queda todo traumado. Yo tengo compañeras que desde el colegio estaban cuadradas con manes que las veían como las “novias eternas” y amparados en esa “seguridad” que las viejas sentían, hacían y deshacían y ellas, asumo yo, por su tranquilidad (pajazo mental más bien), se hacían las locas.

La transición a la segunda etapa pasa tan suavecito, que uno no se da cuenta. Es tal vez ese mismo mancito con el que uno está cuadrado y que antes era tan lindo y del que nos enamoramos y creímos que era el man de la vida, que se “transforma” en un ser despreciable, pero que estamos tan acostumbradas a esa relación linda que creemos que es sólo una etapa y confiamos en que las cosas van a cambiar. Pero mentira! La “etapa” del man fue al contrario, sólo se portó divino para que uno se tragara y después solamente se comporta como realmente es. Yo sé que esto está sonando muy resentido, y yo sé que no todos los manes son así , seguramente ellos también pueden hablar de sus etapas, si es que las tienen, pero repito, lo que digo es solamente producto de mi experiencia y de lo que he podido ver de algunas personas que han estado a mi alrededor. En estos años yo no sé qué pasa y a uno se le meten cosas en la cabeza y empiezan a salir todos esos issues raros. A uno definitivamente le da ese delirio de rehabilitar gamín y se mete con tipos patanes y uno aprende. Ésta etapa para mí fue la más importante…fue donde supe quién era yo y qué tipo de man quería yo a mi lado. Uno se entrega y creería yo que es más por orgullo que por otra cosa, que uno está al lado de un man que no valora lo que uno es; es decir, uno cree que con el esfuerzo y el amor que uno imprime a la relación, es suficiente para el que tipo cambie. Eso NO pasa. Yo creo que uno cambia cuando se enfrenta a experiencias que realmente tocan el ser y eso no pasa con el profundo amor y los sacrificios que uno como vieja, tiene hacia ese man.

Lógicamente en ésta etapa no todo es culpa del man. Uno como vieja también tiene curiosidad de experimentar ciertas cosas y cambia y éste es realmente el momento para hacerlo. Aquí fue donde yo monté cuerno y me di cuenta que no era buena idea. Infortunadamente cuando la gente aprende cosas, afecta a su entorno y muchas personas pueden salir lastimadas.

Por último, como uno ya sabe qué es lo que quiere, pues es más selectivo. Ya uno empieza a buscar al tipo con el que puede hablar, con el que puede compartir todas esas experiencias que tuvo y que hacen que uno sea como es y principalmente que el tipo no se aleje por lo que uno le cuenta, sino que al contrario, valora toda esa ñola que uno se comió. Éste será un tipo inteligente, lleno de defectos como cualquier persona, pero que cumple los “temas grandes” de esa lista de requerimientos que uno como vieja tiene para el “hombre de su vida”. Luego le cuento cuál es mi lista.

Creería yo que la tercera etapa es a lo que todos queremos llegar. Encontrar a esa persona con la que uno quisiera compartir el resto de la vida, la que entiende y comprende, la que está ahí y que uno sabe que puede confiar sin temor a que esa confianza sea vulnerada. Pero a veces es tan difícil encontrar esa persona, que a veces nos creemos el cuento que debemos estar es con las personas que nos quieren y no la que uno quiere para su vida. O también puede pasar que uno nunca sale de la primera o la segunda y por siempre está ejerciendo la labor de Sor o que vive en una mentira constante. O pues también puede pasar que las etapas pasen, pero no en el orden en que yo acabo de describirlas; a cada quién le llegan los momentos cuando los necesitan, y las cosas no pasan porque sí. Como dice mi versículo favorito: “Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”

Yo creo que estas experiencias deben vivirse lo más temprano posible. Uno tiene más resistencia al dolor cuando se está más joven y por miedo uno no puede estar alargando un sufrimiento que después va a ser más difícil de tolerar. El tiempo pasa y las heridas se curan, pero como le dije, las vainas pasan cuando deben de pasar, no antes ni después.

19 de septiembre de 2010

Sobre el amor y la amistad - I

19 de septiembre de 2010


El día del Amor y la Amistad (el comercialmente conocido) ya pasó, pero entenderá que estoy en mi casa, pasando tiempo con mi familia y mis amigos, entonces se me ha hecho un poco complicado dedicar el tiempo suficiente a estas labores; además se “celebra” todo el mes y al fin y al cabo, el “Día del Amor y la Amistad”, son todos los días, esta vaina es sólo una cosa comercial pa vender. Pero bueno, ese no es el punto.

Como le prometí, aquí está. Es largo, así que si no tiene tiempo, pues regresa después, no hay lio. Al parecer, voy a tener que poner varias entradas porque quiero contarle cosas sobre ambos temas.
De la amistad

Creo que hay muchos conocidos y realmente pocos amigos. La palabra “amigo” siempre se me ha hecho difícil de explicar, yo sólo lo siento y eso se siente con el tiempo. No puedo encajar en una definición a esos a los que yo considero mis amigos, simplemente los llamo así por las cosas que hemos pasado juntos; por la capacidad que tengo yo de confiar en ellos; por lo que son capaces de hacer por mí y viceversa; porque así pase el tiempo simplemente ahí están, y nuestra amistad está intacta; porque somos capaces de pasar por malos ratos; porque entienden que soy de x manera y porque yo soy capaz de entenderlos y aún así quererlos; porque hemos construido cosas que ni el tiempo, ni la gente, pueden desbaratar y por muchas cosas más que si me pongo a decirlas, se me acaba el espacio.

Yo generalmente tengo más amigos hombres que mujeres. No sé por qué, pero me es más fácil entablar una amistad con un man que con una vieja. De pronto es porque tengo mucha cosa de man y me parece que las viejas somos cositeras y envidiosas y eso se evidencia más con una amistad del mismo género.

Crecí en un colegio de niñas, así que por supuesto cuando chiquita tuve más amigas que amigos. Recuerdo de mi infancia/adolescencia varias amigas, obviamente hubo más, pero a ellas las recuerdo por cosas especiales:

Susana: Fue mi primera amiga, la conocí como en kínder o primero. Tal vez ella iba a mi casa (mi mamá no me dejaba ir a la casa de mis amiguitas, por qué? Ni idea). Nuestra amistad duró toda la primaria. Hacíamos las tareas juntas, compartíamos la lonchera al recreo y demás. Sentí celos cuando llegó Aura en cuarto, pero aprendimos a ser amigas las tres. Nos separaron de curso en sexto y no seguimos siendo más amigas. No recuerdo cómo era ella, ni de qué hablábamos ni nada…estaba muy chiquita. Creo que Susi ahora está en Medellín y si no estoy mal, estudió algo así como biología.

Isabel: Isabelita, yo creo que Isabelita es la mejor amiga que alguien puede tener. Nos hicimos amigas en sexto. Nos conocimos en una misa y fuimos inseparables todo el año. En sexto me operaron de apendicitis y todos los días Isabelita después del colegio, iba a mi casa a enseñarme lo que vieron en clase y a desatrasarme. Yo no supe valorarla mucho. En séptimo nos separaron y fuimos amigas un tiempo, luego ya no más (creo que fue mi culpa). Isa ahora está en Estados labrándose un excelente futuro.

Camocha: Empecé a ser amiga de Camocha creo que en noveno. No me acuerdo por qué, seguramente por cercanía de puestos o algo así. Fuimos amigas hasta bien entrada la Universidad. Hubo un lío raro con Camo…cuando yo ya estaba en la U, me hice muy amiga de la que actualmente es mi mejor amiga. Mi mejor amiga se cuadró con un amigo de la U, duraron no sé cuánto tiempo y terminaron. Cuando ellos terminaron, Raúl (el amigo de la U) se cuadró con Camocha (obviamente yo se la presenté). Ellos tuvieron su relación pero Camo era un poco desconfiada y alguna vez creyó que yo le estaba ocultando “cosas” que habían supuestamente pasado entre Kimy (mi mejor amiga, ex novia de Raúl) y su novio. Ella nunca entendió que en ese triángulo en el cual yo era el punto en común de todos, yo no quería estar. Yo no tenía por qué contarle cosas de su novio, ni cosas de la ex de su novio, que era mi amiga por cierto…lo más sensato fue alejarme de esas relaciones y ella lo entendió como una traición. Me pareció muy triste que ella se enojara por eso, pero si ella no quería ser mi amiga, yo no podía obligarla. Eso tuvo que haber sido hace unos cuatro o cinco años, hasta ahora no sé nada de ella. Qué lástima.

Kimy: Kimy, mi incansable compañera de aventuras. Kimy ha estado ahí firme, en los buenos y en los malos momentos. La amistad con Kimy comenzó hace casi 10 años, en el primer semestre de la universidad…simplemente nos encontramos, fue natural. Ahí estamos…ella es la definición de una buena amiga, de mejor amiga. Confieso que la admiré desde que la conocí…tenía todo tan claro! Y eso era cuando teníamos 17, sabía qué quería, para dónde quería ir…y confieso que sin saberlo, me enseñó taaanto. Muchas de las buenas cosas que tengo y de los ideales que me planté, fue por Kimy. Además de eso, ella es también la definición de “pa’ las que sea”, se pone la camiseta y la vive, es consistente entre lo que piensa, dice y hace…y eso es tan difícil de encontrar. Ella sí que tiene cosas de niño, juega fútbol, tiene cualquier colección de videojuegos, bebe como un animal y no se emborracha…yo creo que por eso es que la quiero tanto jeje…ay amiga, como te extraño.

De ahora “grande” puedo añadir a una amiga a la lista:

Lombi: Lombi es mucho más chiquita que yo y por eso yo creo que he tomado una actitud como de hermana mayor. Lombana si es un niño completo, ahí no hay nada que hacer. La conocí porque yo trabajaba en una Universidad y ella estudiaba allá. Ambas vivíamos en Palmira y yo tenía carro y transportaba gente. Ahí cayó Lombi y fue cuestión de días para hacernos muy amigas. Lombi es inteligente, a veces ingenua, pero noble. Le han pasado cosas y ha aprendido, pero seguro seguro le falta muchísimo más por aprender. Tuvimos una discusión alguna vez por algo que ya ni me acuerdo qué era, pero como somos amigas, ya pasó y volvimos a ser nosotras de nuevo.

Claro tengo más amigas: Claudia, Anita, Julieta ahora trabajando (es mi única amiga en Bogotá con quién tengo contacto permanente) y hay muchas con las que me encantaría retomar contacto…pero como yo soy mala amiga, pues no lo hago.

Después le sigo contando cosas...la próxima habla de mis amigos hombres y la(s) otra(s) tratará(n) de la otra parte de la fecha, del "amor"

Un abrazo

14 de septiembre de 2010

Cavilando, cavilando...

14 de septiembre de 2010


Apreciado lector,


Yo sé que le dije que iba a publicar cosas sobre el amor y la amistad aprovechando la fecha, pero hoy tuve una conversación bastante productiva con un muy buen amigo que me dejó pensando sobre ciertas cosas que quiero compartir con usted. Igualmente voy a publicar lo que le dije, yo le cumplo.


Anoche empecé a leerme un libro que quería leer desde hace mucho tiempo, pero que “no había tenido tiempo”. Llevo cuatro hojas y me encanta; aunque dice ciertas cosas que hiere susceptibilidades, el fondo es realmente lo que me cautiva.


El libro habla de los tres estados del espíritu: camello, león y niño. El camello es el estado en el que absorbemos todo, nos llenamos la cabeza de cosas y empezamos a cargar con ciertos lastres básicamente impuestos por el entorno, que lo único que hacer es aperezar el paso. El león es el estado en el que nos revelamos contra todo eso que nos impusieron en el pasado y dejamos la puerta abierta para que venga el niño a crear.


Hoy almorcé con Juan, que es un hombre extremadamente curioso por sí mismo y se ha tomado el trabajo de empezar a conocerse. Le conté que estaba leyendo ese libro y empezó una de las tantas conversaciones que hemos tenido y que de verdad, me dan ganas de grabar.


En este momento estoy tratando de recoger la mayor cantidad de cosas de las que hablamos, pero se me hace imposible de recordar todo. Creo que hablamos de tres grandes temas: el que les acabo de mencionar, la conexión con la tierra y la capacidad de sentirnos vivos y el poder caer en cuenta de las cosas simples.


El primer tema habla por sí solo. Como me decía Juan, en su continua observancia de lo que hay a su alrededor, y esto incluye máquinas hasta los seres humanos (es ingeniero de sistemas), él ha caído en cuenta que ese “deber ser” que te imponen desde que naces, te lleva a ser como un computador, donde te instalan ciertos programas que responden a ciertos comandos. El objetivo ulterior sería entonces nosotros como seres humanos, poder desautomatizarnos y poder responder a ciertas situaciones de manera diferente, porque es que no hay una única respuesta para todo. Yo siempre he pensado que la tintura de la vida es embarrarla, cometer errores para sencillamente aprender. Le tenemos miedo al miedo, pero dos características del miedo es que te ciega y tiende a magnificar la situación. Y son estas experiencias las que te llevan a aprender, a comprender lo que alguna vez tu cabeza pensó. Yo estudié la carrera que me gustaba, aprendí muchas cosas, pero como dice algún man por ahí “La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar”. Yo no puedo enseñarle a usted a ser novia, madre, hija, hermana, amante o jefe. Si me hago entender? Todo lo que a uno le meten en la cabeza cuando está estudiando una carrera, son sólo conocimientos técnicos que en su gran mayoría no se pueden aplicar a la vida del SER HUMANO. Y traigo aquí a colación una frase que me dijo Juan que me dejó pensando mucho: “Y, al fin de cuentas, ¿qué es la vida? La vida es todo aquello que ocurre mientras yo estoy ocupado”. Pfff, tenaz no?


La conexión con la tierra y la capacidad de sentirnos vivos: no sé por cuál fue el hilo conductor para llegar a esto, tal vez usted se meta en este cuento y deduzca por si solito. Yo le contaba a Juan dos cosas. La primera es que alguna vez me vi una parte de “Ray” (la película sobre aquel cantante y pianista ciego) donde el hombre almorzaba con una mujer (que después sería su esposa), ella hizo algo que lógicamente él no podía ver y ella le preguntó que como sabía eso, él le dijo: “lo supe de la misma manera que sé de ese colibrí afuera”. La segunda cosa fue una experiencia mía en Amazonas. Íbamos en una caminata por la selva (primaria obvio) y de repente el cielo se puso oscuro y empezaron a caer cosas de los árboles y a sonar cosas extrañas; luego nos dimos cuenta que habíamos entrado a la selva sin “su permiso” y simplemente se estaba manifestando. El guía, un indígena de la zona, mientras caminaba mambeaba y hablaba con ella. Inmediatamente despúes, el cielo se despejo y dejaron de sonar vainas raras. Lógicamente yo no me di cuenta de ese suceso, fue después que nos dijeron qué era lo que había pasado. Y lo que me pongo a pensar es que a veces estamos tan imbuidos en el concreto, la contaminación, los ladrillos, los computadores, que dejamos de lado esa conexión con la tierra tan necesaria. Y no es sólo la conexión con la tierra, el aire, los sonidos…es la conexión con lo profundo de nosotros mismos. En esta parte Juan me contó algo de su hermana. Ella estudia comunicación social y alguna vez estaba peleando con un texto, lo que le dijo Juan es que no se predispusiera y que no antepusiera lo que ella pensaba a lo que estaba leyendo, porque así, no iba ni a aprender, ni a entender nada. Lo que hicieron fue que ella le leyó en voz alta y él me contó lo que escuchó: era un hombre que había perdido la vista y aún así hace las mejores fotografías. Decía que el tipo al perder la vista, había dejado de encerrarse en lo que sus ojos captaban y entró en su mundo, donde aprendió a conectarse tanto con su entorno y a escuchar a lo que estaba a su alrededor, donde no necesitaba de la vista para captar momentos “de foto”. Y es que a veces se nos olvida sentir o peor aún, nos da miedo. Nos da miedo amar, confiar, extrañar. Le tenemos miedo a quedarnos sin piso, pero acuérdese que el miedo hace de esas situaciones aún más grandes de lo que son.


Poder caer en cuenta de las cosas simples: la semana pasada sentí mucho miedo porque creí haberme quedado sin empleo. Mi primera reacción fue decir que me devolvía para Palmira, y obviamente el baboso me regañó. Yo empecé a pensar en qué iba a pasar, me armé un video de talante caliwood y si no era porque estaba en la oficina, me ponía a berrear de inmediato. El baboso me dijo que se había decepcionado de mi respuesta, puesto que no pertenecía a la “mujer berraca y echada pa’lante que a él tanto le gustaba”. Lo único que tuve para decirle, y que creo se justificaba en mi sensatez fue decirle: “decepciónate cuando llegada la hora, efectivamente no haga lo que deba hacer”. Hablando de esto con Juan (ya les dije, el centro de la conversación era él y su incansable búsqueda), me contó una historia de la que usted mismo puede sacar conclusiones: La vecina y el martillo: un tipo necesitaba un martillo y se lo iba a pedir prestado a la vecina, pero empezó a pensar: “ah, esta señora no me lo va a prestar, uhm, pero por qué no habría de prestármelo, ah pues porque es toda odiosa y mínimo y dice que no tiene, ah de pronto si me lo presta”…y así estuvo una hora, cuando por fin se decidió a ir donde la vecina, ella le abrió y le dijo: “buenas, qué necesita?” y él le dijo: “sabe qué vieja hp, métase ese martillo por el c***o”, y se fue. Otra vez, lo que estamos pensando es que hay tantas veces que uno piensa y piensa sobre ciertas cosas que llegado el momento de actuar, uno está tan agotado sobre pensar sobre ello, que no hace nada.


Otros temas de los que hablamos, pero que no están enmarcados en ninguno de los gruesos de los anteriores, pero los toca igual y que no me extiendo porque quedaría una entrada kilométrica, pero de pronto después profundizo: Las ganancias derivadas del riesgo (lo que es tirarse al vacío y descubrir lo mágico de lo incierto -para esto es recomendable también leer: “De la esterilidad de la certeza a la fecundidad de la incertidumbre” de Manfred Max-Neef-). Todos somos locos normales, los locos de manicomio son aquellos que tal vez han visto más allá y que no saben qué hacer con toda esa información, aquellos que no pueden adaptar lo que han descubierto a lo que la humanidad ha creado (es por esto que a nadie le gusta mirar para adentro). Es muy complicado alinear REALMENTE el pensar con el hacer, es difícil quitar esos filtros que se nos hacen en la cabeza cuando “crecemos” y dejamos atrás a ese niño que es congruente entre lo que piensa, hace y dice. Reevaluación de nuestras relaciones: De verdad estamos tratando con el ser de cada quien o los medimos solo por su utilidad y cuando ya dejan de servirnos, desechamos esa relación y se deja de un lado ese humano que está adentro. Poder adaptarse a las situaciones y tener esa actitud guerrera frente a la vida, no es solo cuestión de actitud, es también empezar a trabajar con el desapego a lo que no nos sirve.


Ahí le dejo pa que piense un rato. Yo no sé usted, pero yo quedé bien alerta.

13 de septiembre de 2010

Noticias Noticias!!!

13 de septiembre de 2010
Pues sí señor, aunque no lo crean uno de mis seguidores (no sé por qué tengo los amigos más bajo perfil del mundo y sólo uno me sigue públicamente), ya me hizo el reclamo porque no había vuelto a escribir...y tiene razón, tengo mucho que contarle.

Después de una racha de mala suerte, pues las cosas se volvieron a mi favor y ahora andan muy bien. No he vuelto a perder el equilibrio; me sigo enfermando del estómago pero sin tantas consecuencias; se me sigue quedando la plata, pero es sencillo de resolver...y en fin, va todo súper bien.

Estoy trabajando en una entrada para Amor y Amistad aprovechando la fecha, la cual tendrá varias partes que serán publicadas (espero) ésta semana.

Tengo un negocio personal que por fin abre sus puertas al público: http://www.expedicionsur.com/ (para su mayor comodidad, búsquelo también en facebook) y me emociona hartísimo porque está en el centro de las cosas que me mueven las entrañas: desde hace algún tiempo estoy loca por el cuento social...he pertenecido a fundaciones y siempre busco que todo lo que hago, tenga algo de tinte social. Este proyecto (que obviamente no lo hago sola, sino que participo en una parte de él), conjuga todo: diversión, trabajo y guess what: lo social jeje. Si quieren chismosear más al respecto, pues estaré publicndo la información respectiva en la página anteriormente mencionada.

Por último algo que también me emociona mucho: voy a la tierrita! Mi mami cumple años y tengo pendientes varias reuniones con amigos...hay muchos cumpleaños, despedidas, reuniones con las niñas del colegio...y bueno, quería estudiar (luego les cuento para qué porque si les cuento antes, fijo fijo se me daña el plan). espero que las cosas resulten bien y no me de muy duro el calor y la casa...sí yo sé que suena chimbo...pero qué voy a hacer? ya estoy acostumbrada a vivir sola y es muy rico estar en casa, pero readaptarse a esas reglas de las que saliste alguna vez tiempo atrás, es complicado (Sí señor, allá yo no me mando sola).

También estoy preparando una entrada para El blog de Antonio Escallon la cual también espero tener lista ésta semana...esa trata un tema de amor y amistad, pero de ninguno de los dos.

Mantengase atento apreciado lector y como fijo fijo lo conozco, pues le mando un abrazo!

3 de septiembre de 2010

Pues entonces...empecemos!

3 de septiembre de 2010
La RAE  define catarsis así:

(Del gr. κάθαρσις, purga, purificación)
1. f. Entre los antiguos griegos, purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza.
2. f. Efecto que causa la tragedia en el espectador al suscitar y purificar la compasión, el temor u horror y otras emociones
3.f. Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda
4.f. Eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso.
5.f. Biol. Expulsión espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo
Para mí, es simplemente la forma de deshacerme de todas esas cosas que me molestan. Uno de los procesos en mi catarsis, pues es escribir...así que desde hace muchos años (pero aqui sólo voy a hacer referencia a lo del año pasado y éste...osease 2009 y 2010) vengo escribiendo cosas para mí y nunca había sido capaz de darlas a conocer, pero pues no tiene nada de malo (creo), decir un poco de lo que uno piensa, siente o se imagina. Pero oooobvio, no se crea que son buenas historias, profundas o así que valgan la pena pasarse un rato al frente del computador...para nada, pero sabe qué...no me importa! jeje

Como eso ya me ahorra un montón de tiempo inventando tonterías para escribir, pues me voy a ir por el camino  fácil y me voy a remitir a todas esas cosas que antes escribí y se las voy a contar ahora...Así las vainas, empecemos pues:

Por allá como en junio de 2009

Soy una persona que valora como nada la comunicación; para mí es el éxito de cualquier relación y, es por ésto que siento que no puedo quedarme con la palabra en el tintero. Siento la necesidad de decirlo "todo", claro está que estoy plenamente consciente de la mesura. Creo tener un estilo directo y conciso, según alguien que admiro mucho me dijo que estaba entre "cervantes y chespirito (muy super-o)", pero aún con el ánimo de hablar claro, no tengo intenciones de ser elegante, lo cual en ocasiones puede hacer perder la puntualidad.

Como dice una de las mujeres más sabias que conozco: "Hay cosas que por grandes no deben decirse y otras que por pequeñas no deben mencionarse". La prudencia es el vestido de la sabiduría y sólo aquellas personas que han vivido bien, se han dado cuenta de esto. Aquí debo hacer claridad en que éste "vivir bien" se refiere a una vida con tropiezos, a una vida complicada donde haya que enfrentarse a los sentimientos (de culpa, tristeza, alegría, nostalgia, etc.). Me refiero a una vida de verdad, donde haya que tomar decisiones, donde haya que rasparse para darse cuenta que el Isodine es bueno, donde haya que  agacharse para darle paso al vuelo del vecino, donde haya que soltar la paloma, porque es que todo no se puede controlar.

Éste año el proceso ha sido de cambio. Es difícil adaptarse, especialmente cuando se tiene una personalidad que le gusta lo convencional. Soy una persona que creo tener firmes mis convicciones y lucho por ellas, pero no tan pragmática como quisiera. Han habido situaciones que me han puesto frente a frente con la sombra de lo "indebido" o como ha pasado ahora último, me han puesto frente a frente conmigo misma. Y es que eso da miedo! Realmente es difícil ir atrás. ver las sombras y los fantasmas que te persiguen. Es complicado cuando no te has perdonado por cosas que hiciste antes y que de una manera u otra, aparecen de la nada.

Juepucha, por un lado leo eso y suena como dramático, no? Pero bueno, algo que debe saber de mi apreciado lector...tiendo a exagerar todo. Soy hija única y absolutamente consentida, así que es natural.
Por otro lado, con lo fanática que soy del "buen escribir", no tengo idea cómo hacer para citarme a mí misma, comillas? la opción del blog de cita? (mágica posibilidad que acabo de descubrir)  Por ahora lo voy a poner con ésta úlitma. Si alguien es más cansón que yo con ésto y me ayuda para saber cómo me auto referencio, le agradezco de corazón.

Segunda cosa que debe saber de mi: pa' ésta cuestión de interné, eso de los computadores y esas jodas, yo no nací...a mi todo me lo tienen que explicar molidito...todo eso más o menos me apesta, pero pues hay que aprenderlo, como el inglé...

Me mamé de capar trabajo toda una tarde (bien descarada ella) y tratar de luchar contra lo imposible...no pude cambiarle el tamaño de fuente al título de ésta joda, me duele el brazo, la cabeza, tengo sueño (anoche me trasnoché en un cumpleaños)...así que me largo a ver películas o dormir.

Si algo, mañana nos vemos (bien ilusa ella también pensando que algún insulso parroquiano la va a leer, pero bueno, depronto por alguna razón hay un desocupado que no tiene nada más qué hacer :P), aunque no creo...tengo que "estudiar" en la mañana y supongo que por la tarde será plan de arrunche multimiembro con el baboso (del personaje hablo después).

cya!

De cabeza al charco

Pues bueno, aquí estoy...sin siquiera saber qué escribir, sin tener un nombre claro para esto y perdiendo el tiempo buscando plantillas para que se vea menos feo.

No quiero escribir sobre algo en especial, pero el abrir la posibilidad a escribir sobre lo que se me ocurra, confieso me da miedo. Es que es dejar la puerta abierta a que alguien se me meta en la cabeza...pero bueno, supongo que de alguna manera hay que atacar el pánico escénico, no?

Por ahora, voy a estar entretenida aprendiendo cómo arreglar la letra, donde pongo lo que quiero poner, invitando a todo el mundo para ver si todo el esfuezo vale la pena y algún desocupado como yo, se pasa y me visita :)