26 de julio de 2016

Mis promesas…para MÍ

26 de julio de 2016


Una de las personas más sensatas que he conocido, me regaló una cosa absolutamente divina.

Ella es una emprendedora berraquísima (valga la redundancia) que se formó a pulso y levantó diferentes negocios, en su mayoría de textiles y moda, y que por diferentes razones llegó a hacer parte del equipo de mentalidad y cultura del programa en el que trabajo. Estuvo cerca de 4 meses con nosotros y con mucha valentía y sabiduría dijo: “este lugar no es para mí, yo soy empresaria, soy emprendedora y a eso regreso”. 

Al irse, le dejó al equipo unos regalos de otro negocio que tiene. El negocio se llama “Made of Stars” y son aseguranzas. Son piedras que se usan como símbolo de protección y cada una trae un propósito: fuerza, salud, desapego, seguridad, poder, intuición. Lo que hicimos en el equipo fue poner las cajitas boca abajo y cada uno cogió una al azar. La indicación fue que cada quien iba a obtener la que más se le acomodara a su condición actual. Y en mi caso, ¡fue contundente! 

Creo que lo más poderoso en este regalo es la fe y la esperanza. Una piedra puede no ser nada, te las encuentras en el piso todo el tiempo, en los aretes, en los anillos que compras en el mercado de las pulgas; pero cuando tienes en tus manos algo, así sea una piedra, que te ayuda a creer que es posible y lo amarras a ti como una promesa, te vuelves casi invencible. 

La idea de la aseguranza es atarla a tu cuello, muñeca o tobillo, hacer cinco nudos y ella se caerá cuando se cumpla su propósito. En ese sentido, pues hay que tener un propósito. No le voy a contar el mío…dicen que nunca se deben contar los sueños porque si lo haces, no se cumplen. Lo que sí le voy a contar es las promesas que me hice para que ese sueño se cumpla.

Es decir, no creo que las cosas pasen porque sí, por el simple hecho de pegarte algo al cuello y creer que eso, por sí sólo, te va a cumplir lo que anhelas. Creo que hay que trabajar por ello, todos los días, con confianza y seguridad en que vas a alcanzar lo que tu corazón quiere. 

Así las cosas, por cada nudo que hice, me prometí lo siguiente:


  1. TODO lo que hagás, lo vas a hacer SIEMPRE bien
  2. Nadie más puede hacerte feliz sino vos misma. VOS estás A CARGO. Tomá las decisiones correctas.
  3. Evitá estar con gente que te disgusta
  4. Date tu tiempo, hacé lo que te gusta. Bailá, viajá, coloreá, escribí, tomate tu vino (blanco y frio), escuchá tu música, dormí, LEÉ!. Volvé a ser vos, la que te gusta, la mejor versión de vos misma. No te descuidés
  5. Y el propósito supremo: AMÁ! SIEMPRE AMÁ! Amá lo que hacés, amá a los que tenés a tu alrededor, ama tu trabajo, amá tu vida, tu presente y tu futuro.

Le confieso querido lector que a veces suelo no ser tan consistente como quisiera, pero le aseguro que tengo la firme convicción de cumplir con cada una de estas promesas. Sé que me ayudarán a cumplir ese propósito.

Esta es la cajita en la que vienen las aseguranzas. No es la que me salió a mí, ésta aún está esperando a algún afortunado de mi equipo. ¿No les parece el regalo perfecto?


11 de julio de 2016

¡Dando lora de nuevo!

11 de julio de 2016


Hace dos años y medio fue la última publicación. Y al parecer me dedico a hacer lo que me gusta cada bienio…eso va a cambiar, se lo prometo.

Esa última publicación fue justo ocho días antes de darme cuenta que estaba embarazada.
Y sí, querido y ya no tan olvidado lector. Tengo ahora un hermoso varoncito de dos años. 
Como podrá imaginarse, mi vida es otra completamente diferente a lo que en esa última entrada tenía. ¡Y todo ha cambiado para mejor! 

Venga le hago un resumen: 

Tengo un mejor trabajo, una mejor casa, y aunque me gustaba mucho la soledad, le cuento que no hay mejor sensación que la de llegar cansada después de una larga jornada y tener unos bracitos que te esperan para darte los más sinceros abrazos. 

Vivo de nuevo con mi mamá puesto que ella me está ayudando a cuidar al niño. No estoy casada, pero el padre del niño es un hombre muy atento que no descuida al peque. Tenemos una buena relación y aunque ha sido muy difícil, creo que es cuestión de tiempo para poder acoplarse.

Mi trabajo es soñado. Mi jefe espectacular, grandes responsabilidades, es una suerte de emprendimiento público (algo que no se había hecho antes en el país), me ha tocado viajar y el equipo es lo máximo. 

Por fin terminé mi tesis y hace dos meses me gradué como magister. Y aunque juré no hacer una tesis más, le cuento que ya me están dando ganas de volver a estudiar. 

Cada vez quiero más volver a la tierrita. Bogotá es ideal para los que han nacido aquí o para aquellos con grandes ambiciones de escalar en el ámbito laboral, pero para criar niños, no. Muchos se me irán encima, pero es que no es lo mismo haber crecido con el rio, la piscina y los amiguitos a un grito de distancia, que todos los días levantarse con el concreto encima. 

Los últimos dos años y medio han sido solamente de lecciones que al parecer, no he aprendido del todo. 

Uno siempre tiene en la cabeza el paradigma de la “familia ideal”: papá, mamá, casa, carro, perro, vacaciones felices. Y ha sido para mí, muy difícil conciliar la realidad con ese ideal pendejo. Una de las lecciones es que tu presente y tu futuro, son solamente resultado de las decisiones que tomas. Parece muy sencillo y obvio, pero en ciertas ocasiones nos metemos en burbujas donde le echamos la culpa a todo lo que está afuera y no vemos que todo depende de lo que pensamos y expresamos. 

Segunda lección: desprenderse. También se lo dicen a uno en toda parte: hay dejar la carga para poder vivir tranquilos. Yo misma lo he venido diciendo desde hace muchos años, de hecho es el encabezado de este blog; pero es cuando te enfrentas a situaciones donde no hay nada más que hacer sino dejar a un lado todo eso que has venido creando en tu cabeza, para poder crear una nueva vida a partir de pensamientos y experiencias nuevas. Lección paralela: hay que leer. Uno solito queda muy de pa’rriba. Un libro que me ha ayudado un montón, se llama “deja de ser tú”. Jeje, suena muy radical, pero de verdad se lo recomiendo si quiere cambiar esos patrones que han venido dirigiendo su vida.

Hay muchísimas lecciones más que le voy a compartir, pero pues hay que ponerlas graneaditas para no aburrirlo en un solo post.

¡Nos vemos pronto querido lector! Que tenga un excelente día