Hace dos años y medio fue la última publicación. Y al
parecer me dedico a hacer lo que me gusta cada bienio…eso va a cambiar, se lo
prometo.
Esa última publicación fue justo ocho días antes de darme
cuenta que estaba embarazada.
Y sí, querido y ya no tan olvidado lector. Tengo ahora un
hermoso varoncito de dos años.
Como podrá imaginarse, mi vida es otra
completamente diferente a lo que en esa última entrada tenía. ¡Y todo ha
cambiado para mejor!
Venga le hago un resumen:
Tengo un mejor trabajo, una mejor casa, y aunque me gustaba
mucho la soledad, le cuento que no hay mejor sensación que la de llegar cansada
después de una larga jornada y tener unos bracitos que te esperan para darte
los más sinceros abrazos.
Vivo de nuevo con mi mamá puesto que ella me está ayudando a
cuidar al niño. No estoy casada, pero el padre del niño es un hombre muy atento
que no descuida al peque. Tenemos una buena relación y aunque ha sido muy
difícil, creo que es cuestión de tiempo para poder acoplarse.
Mi trabajo es soñado. Mi jefe espectacular, grandes
responsabilidades, es una suerte de emprendimiento público (algo que no se había
hecho antes en el país), me ha tocado viajar y el equipo es lo máximo.
Por fin terminé mi tesis y hace dos meses me gradué como magister.
Y aunque juré no hacer una tesis más, le cuento que ya me están dando ganas de
volver a estudiar.
Cada vez quiero más volver a la tierrita. Bogotá es ideal
para los que han nacido aquí o para aquellos con grandes ambiciones de escalar
en el ámbito laboral, pero para criar niños, no. Muchos se me irán encima, pero
es que no es lo mismo haber crecido con el rio, la piscina y los amiguitos a un
grito de distancia, que todos los días levantarse con el concreto encima.
Los últimos dos años y medio han sido solamente de lecciones
que al parecer, no he aprendido del todo.
Uno siempre tiene en la cabeza el paradigma de la “familia
ideal”: papá, mamá, casa, carro, perro, vacaciones felices. Y ha sido para mí,
muy difícil conciliar la realidad con ese ideal pendejo. Una de las lecciones
es que tu presente y tu futuro, son solamente resultado de las decisiones que
tomas. Parece muy sencillo y obvio, pero en ciertas ocasiones nos metemos en
burbujas donde le echamos la culpa a todo lo que está afuera y no vemos que todo
depende de lo que pensamos y expresamos.
Segunda lección: desprenderse. También se lo dicen a uno en
toda parte: hay dejar la carga para poder vivir tranquilos. Yo misma lo he venido
diciendo desde hace muchos años, de hecho es el encabezado de este blog; pero es cuando te enfrentas a situaciones
donde no hay nada más que hacer sino dejar a un lado todo eso que has venido
creando en tu cabeza, para poder crear una nueva vida a partir de pensamientos y experiencias nuevas. Lección paralela: hay que leer. Uno solito
queda muy de pa’rriba. Un libro que me ha ayudado un montón, se llama “deja de
ser tú”. Jeje, suena muy radical, pero de verdad se lo recomiendo si quiere
cambiar esos patrones que han venido dirigiendo su vida.
Hay muchísimas lecciones más que le voy a compartir, pero
pues hay que ponerlas graneaditas para no aburrirlo en un solo post.
¡Nos vemos pronto querido lector! Que tenga un excelente día
4 comentarios:
hola hija. cordial saludo. me alegra tanto saber de tu interno,de tu mundo lleno de viajes, de ires y venires, de tus soledades y angustias, de tu hijo y saber que tu mama lo cuida; me gusta saber que escribes y que te desahogas; que ya tienes una maestría; me gusta saber que eres libre y que estas haciendo por liberar cargas emocionales qu nos atan y nos llenan de requiebros y no dejan ver la luz interior que lucha denodadamente por salir, de eliminar todas las telarañas que la ensombrecen; me gusta verte triunfar sobre ti, sobre los recuerdos que atormentan, sobre las emociones que obnubilan, sobre la pesadez del tiempo y la presión de los amores perdidos. Tu eres la luz, tu eres el camino, solo neceistas recorrerlo con las herramientas que ya tienes, las que has conseguido con tu academia, con tu hijo, con tus exeriencias de tantos lugares andados y tanta gente contactada por todo el mundo; eres una camiante que esta haciendo su camino. Un camino propio, unico, con la soledad acuestas, con la alegria de saberte amada y respaldada por esos dos amores incondicionales, el de tu mama y tu hijo, que lgun dia partiran pero te dejarn su mable sonrisa.
no te des por vencida ni aun vencida, tremula de pavor piensate brava y arremete feroz ya mal herida.
yo termino mi maestria en psicologia clinica muy pronto; si en algo te puedo servir estoy trabajndo en una alcaldia en un pueblito del caqueta, mi correo es meca218@hotmail.com. 3123695040. un abrazo.
Qué bonitas palabras. Definitivamente y como lo dices, jamás vencida! Gracias por leer y por tomarte el tiempo de escribir. Abrazo!
Luisa, admirable. Comparto contigo muchos pensamientos...un fuerte abrazo.
María, qué alegría tu comentario. Gracias por tomarte el tiempo de leer. Un abrazo!
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