8 de mayo de 2011

Ella

8 de mayo de 2011
Esto lo debí haber hecho como a las 6 de la mañana, pero no sé qué pasó con la conexión y no pude montarlo temprano. De todas formas aquí está mi regalo de día de madres, para la mujer más espectacular que he podido conocer y que definitivamente merece un homenaje, ojalá hubiera podido haber hecho más:


Su historia no ha sido fácil. Cuando estuvo pequeña tuvo que vivir los horrores de la guerra; los grupos de la policía aliados al conservadurismo en la época cercana a 1950 y otras personas que empuñaban un arma y mataban gente por su ideología política la hicieron asustar…a ella y a toda su familia. Cuando ella tenía como 9 o 10 años tuvo que salir huyendo de su finca por miedo a que esta gente violara a sus hermanas en su cara o mataran y torturaran a sus padres. Toda su familia de un día para otro tuvo que empacar sus cosas e irse para el pueblo más cercano.

En Cajamarca (Tolima) tuvieron un pequeño negocio familiar de expendio de cerveza pero todavía estaban muy cerca del conflicto. Su padre pidió consejo a un familiar sobre un lugar donde pudieran escapar para proteger a su esposa y a sus siete hijos. Su padre pensó que una capital como Cali podía ser un buen lugar para comenzar de nuevo, lejos de lo vívido de la guerra, pero el primo le aconsejó buscar una ciudad más pequeña porque ellos eran desplazados de la violencia, sin plata ni conocidos y una ciudad como Palmira les facilitaba la vida al estar todo más cerca y ser más barata que una capital. Es así como su padre, mi abuelo, viajó de Cajamarca a Palmira a tratar de encontrar algo decente para su familia. Encontró una casa pequeña, con un cuarto para todos pero a donde podían llegar fácil puesto que quedaba al lado de la estación de trenes.

Ella recuerda con mucha tristeza y nostalgia el día que llegaron y se vio con sus hermanos y papás con colchones y maletas solos en la estación. Mi abuelo fue un gran hombre que siempre se encargó de llevar comida a su casa para que sus hijos nunca tuvieran que pedir en la calle, aunque tanto a mi mamá como a sus hermanos les tocó trabajar desde pequeños.

Ella tuvo que empezar barriendo una iglesia para poder pagarse sus estudios, porque desde siempre se mostró ser una mujer fuerte e inteligente que sabía que la educación era la única forma de salir adelante. Ella llegó a ser la gerente general de, en su tiempo, una importante IPS en Palmira, graduarse de dos carreras y conseguir su especialización.

Aunque la guerra no ha sido su único problema, y otras personas trataron de pisotearla y hacerle mucho daño, ella los perdonó y aunque eso le causó mucho dolor, el corazón no le da para odiar a la gente.

No exagero diciendo que ella es la mujer más fuerte, buena, leal y congruente que he conocido en mi vida. Ella me lo ha dado todo y aunque días de la madre son todos, hoy especialmente rendimos un tributo a esas mujeres que han dado su vida (literalmente) por nosotros. Una amiga del colegio puso un mensaje en el facebook que me gustó mucho; Gelly perdón por copiarte pero aquí está:
“Brindo por mi Madre, quien cambió su figura por una gran barriga para que yo pudiera estar aquí; que cambió el delineador de ojos por grandes ojeras y sus noches de rumba por constantes trasnochos para que yo me sintiera mejor; que cambió su elegante bolso por una pañalera. Por tantas cosas brindo por ella, por mi madre, a quien no le importó dar todo por amor. Te amo mami hermosa! que falta me haces".
Aunque mi madre nunca ha sido rumbera, sólo ahora que se metió en clases de baile para viejitos, NUNCA NADA estuvo por encima de mí. Nunca le preocupó dejar de hacer sus cosas o gastar su plata en ella porque quería lo mejor para mí. Pagó el “mejor” colegio de Palmira, una de las mejores universidades de Cali y nunca ha reparado en dejarme la puerta abierta para que yo salga a hacer mi vida. Aunque confieso que me siento extremadamente culpable por haberme venido a Bogotá y dejarla sola a ella y a mi tía en Palmira, ella me ha hecho entender que así funciona la vida y que se siente mejor sabiendo que yo estoy haciendo lo que quiero.

Redactando esto no dejan de escurrirme las lágrimas, porque la extraño y aunque es sólo un día comercial, me encantaría estar allá para decirle cuánto la amo, cuán orgullosa estoy de que sea mi mamá, porque si en algún momento me he considerado una buena persona a pesar de todas las cosas malas y feas que he dicho y he hecho, todo lo bueno que tengo es por ella. Porque el ejemplo enseña más que cien tratados y no pude haber recibido uno mejor.

Muchas veces la he decepcionado, le he gritado, me he enojado con ella y la vida no me alcanzará nunca para agradecerle por todo, pero ella sabe que todos los días está conmigo así 400 kms nos separen físicamente. Le pido perdón por el sufrimiento que le he causado, por las veces que no le pongo cuidado, porque a veces me interesa más estar con otras personas que con ella, porque a veces le hablo feo cuando estoy ocupada o porque sencillamente estoy de mal genio. Le pido perdón por esto y espero desde el fondo de mi corazón que se sienta orgullosa de mí, de lo que soy hoy y de lo que quiero llegar a ser cuando grande.

Brindo hoy por ella porque a pesar de no haber tenido a nadie a su lado para criarme y sacarme adelante, supo perfectamente cómo crear una familia para mí. Brindo por ella porque aunque a ella le ha dolido más que a mí, me ha dejado aprender de la vida a los golpes, cuando no le he hecho caso. Brindo por ella porque encarna lo que es SER una madre.

Mami: no te imaginas cuánto te extraño. TE AMO! Feliz día de la madre.

3 de mayo de 2011

El sentir de una funcionaria pública

3 de mayo de 2011
Cuando entramos a la universidad, mi mejor amiga decía que quería trabajar en el sector público. Yo la verdad no recuerdo haber compartido con ella las razones de sus deseos, pero cuando me convertí en funcionaria del gobierno central, la entendí.

Es de locos estar en una entidad que tenga el espectro global de las cosas. La cobertura de sus acciones tienen carácter nacional y aunque las grandes empresas influyen de alguna manera en las decisiones de gobierno, el poder de decisión está de nuestro lado.

El trabajar por mi país y en él, es algo que siempre he tenido en la cabeza. Nunca he tenido afanes de irme a vivir a otro lugar (aunque me encantaría poder irme a estudia) y mucho menos de ir a venderle mis capacidades a otros, donde posiblemente todo esté hecho ya. Siempre pensé que mi país necesita de gente que trabaje para él.

En Colombia las oportunidades son inmensas. No hay nada! (no malinterprete), todo hay que construirlo, y qué mejor que hacerlo desde el lugar que se crea específicamente para eso.

Siempre diré que el espíritu del sector público me encanta, pero la verdad no creo poder con él. No quiero que suene a que alago mis altos valores éticos y que soy el ejemplo de moralidad, porque los que me conocen bien saben que muchas de mis actitudes distan de esta condición; pero es imposible dejar de sentirse mal cuando por todas partes ves que ese gobierno que en vez de disponer de todos sus recursos para hacer de este país un lugar mejor, lo único que hacen es desbaratarlo.

Obviamente no voy a decir a qué institución pública pertenezco, pero aquí, como en todas, el despilfarro está a la orden del día. Aquí no hemos visto caso de contrataciones de miles de millones que benefician a un grupo de ratas, pero para mí, esos contratos "chiquitos" que se hacen para devolverle el favor al sobrino líder de campaña que acaba de salir de la universidad o el evento en San Andrés con todo pago, o la comidita de yo no sé quién que sale en medio millón porque hay que pedirla a tal o cual restaurante, son igualmente corruptos (lo malo de la rosca es no estar en ella…digo)

La verdad poco tengo en contra de los contratos de gente buena, trabajadora y que se muele el hombro para sacar su proyecto adelante. Pero ese tipo de contrataciones irresponsables donde ponen a un payaso que aparte de ser ignorante, incompetente e inepto, es grosero, orgulloso e incapaz de aceptar que no sabe nada y que la embarra con cada paso que da y con cada bestialidad que se atreve a decir, no sólo me molestan, sino que como a todos los colombianos, me entristece.

¡Oiga, pero que no se le note el odio! sí, es físico odio porque cuando veo a ese tipo de personas, se me daña el día. Confieso que ya no siento motivación alguna por mi trabajo, vengo por pura necesidad de plata y a calentar un puesto que no me merece. Sí, yo sé, ya me he convertido en ese tipo de funcionario público que se ha hecho a la fama de no hacer nada y sólo cumplir horario. Me siento triste, estancada, no aprendo nada nuevo desde hace mucho tiempo y sinceramente estoy que me voy. He empezado a pasar hojas de vida en varias partes, esperemos que algo salga. La verdad, no sé buscar empleo, he sido muy de buenas en la vida y el trabajo ha llegado solito.

¿Le digo la verdad? no he hecho mucho esfuerzo y me mantengo aquí porque no tengo las bolas suficientes para renunciar y empezar a buscar trabajo. El susto de no encontrar, tener que dejar mi maestría, devolverme para Palmira, tener que vivir nuevamente en la casa de mi mamá (que es delicioso, pero ya me acostumbré a vivir sola), simplemente me paraliza y prefiero meterme jijuemil pajazos mentales (tales como: hay que aprender de todo en la vida, malos jefes va a tener por montón, las peores situaciones son las que más enseñan, etc), antes de pasar la carta de renuncia.

En el fondo, y a pesar que hace rato perdí la fe en la humanidad, pienso que el sector público es lugar de grandes cosas y algún día yo estaré haciendo esas cosas, es decir, tal vez algún día esta situación cambie. Tal vez algún día yo con mi trabajo me gane algún puesto de esos donde se pueden tomar decisiones importantes y Colombia me lo agradezca, pero por ahora, ¿alguna vacante?