19 de octubre de 2011

Los años

19 de octubre de 2011


Con los amaneceres uno entiende que no todo el que dice te amo, te lo dice de verdad y seguro de sus sentimientos.

Uno aprende que a pesar de no creerse fuerte y creer que no se ha aprendido nada de las experiencias, la vida misma te demuestra lo contrario

Uno aprende a creer pero no con base en palabras pronunciadas, sino en acciones realizadas

Uno con los días y los años aprende que el carácter y la actitud frente a la vida, es lo que te hace alcanzar lo que algún día pareció imposible

Uno aprende que las caídas, los errores, los problemas, son lo que hacen el caminar interesante y que a pesar del dolor, quedan las cicatrices que nos recuerdan cómo tomar buenas decisiones.

Con los años uno aprende que las relaciones se construyen con esfuerzos, que cada persona debe estar dispuesta a renunciar a un “tú y yo” por un “nosotros” si quiere tener una relación que perdure.

Uno aprende que el orgullo es la forma más eficaz para herir a quien se ama y que hay una línea muy delgada entre orgullo y dignidad…con los años uno aprende a hilar delgado.

Uno aprende con los años que el dolor que le causamos a la gente que realmente amamos por traiciones y decepciones, es peor que el que uno mismo siente, y es por esto que uno aprende a tratar de no herir a las personas.

Con los años uno aprende que debe agachar la cabeza, rendirse un momento y dejar que Dios y la vida le enseñen cuál es el camino que se debe andar.

Con los años uno aprende que la fidelidad no existe y que la lealtad es más un compromiso con uno mismo que con la otra persona. Uno aprende que si decidió amar a alguien, acepta las condiciones que ello trae y de esas condiciones, la más importante es el respeto.

Con los años uno aprende que debe aprender a conversar y que debe aprender a comunicarse, porque es así que los problemas pueden solucionarse.

Con los años uno aprende que si no se está dispuesto a tener una relación de adultos, no debe estar en una.

Uno aprende que si no hay alineación entre la cabeza y el corazón, no deben darse ilusiones que no tienen ningún fundamento y mucho menos hacerle creer a una persona, una relación, una vida, un futuro o un sentimiento que no existe.

Con los años uno aprende a saber qué quiere para su vida y qué tipo de persona necesita de compañía.

Con los años uno aprende que en soledad uno se conoce y aprende a ver las máscaras que se pone frente a la gente.

Con los abriles uno sabe que cada vez es más difícil conseguir amigos de verdad, pero que cuando uno aparece hay que cuidarlo como a un tesoro.

Con los años uno aprende que hay que llorar, sino el cuerpo se contamina.

Uno también aprende que en cada cosa que uno haga, hay que poner el corazón, no dejar de hacer lo que uno siente, no arrepentirse de nada.

Con los años también se aprende que las personas te engañan, te mienten, te desilusionan y te hieren…pero también con los años se aprende que si uno hace las cosas bien, el corazón está limpio y es cada vez más fácil sanar.

Con los años uno aprende que por más profundo que sea el dolor, uno debe tener la capacidad de levantarse y ser responsable con su vida así la tristeza y la nostalgia lo consuma, porque uno aprende que no debe amar a nadie más de lo que se ame a sí mismo (a excepción de los hijos creería yo)

Uno con los años aprende que las personas nuevas no tienen la culpa de lo que las personas viejas hicieron y que todo lo que uno pasa en la vida, es para bien, así uno no sea capaz de verlo en el momento.

Uno con los años aprende a esperar, a vivir con los sentimientos y los recuerdos. Uno aprende que la vida puede no ser justa, pero detrás de cada adiós hay una lección que se debe aprender.

Con los años uno aprende que los “por qué” son importantes para entender la situación, pero los ”para qué” serán los que nos ayuden a superarla.

Con los años uno aprende a aceptar que hay personas que son tu historia, pero que uno es simplemente un capítulo más. 

Con los años uno aprende que todavía le falta mucho por aprender, que el dolor es pasajero (y que el sufrimiento es opcional jeje) y que los próximos abriles seguro traerán cosas aún más dolorosas, pero hay que aprender a perdonar

Edit1: "Con las canas uno aprende que se aprende más de la vida, cuando se la goza (o en su defecto cuando se la toma menos en serio), que cuando se la sufre"

5 de octubre de 2011

Mi música y yo

5 de octubre de 2011


Algunos estudios interesantes muestran la evolución histórica de las culturas a través de expresiones artísticas. Es así como la escultura, la pintura y la música pueden mostrarnos estadios interesantes del ser humano. Pero no soy pretensiosa al mostrarle todo lo que he aprendido (jeje), no mentira, lo único que quiero con este post es contarle que a veces veo mi vida como si yo estuviera afuera, como un espectador viendo una serie o una película de lo que he sido (bien narcisa ella). Como bien lo sabe y perdóneme si no lo he expresado claramente, mi memoria sólo sirve para las cosas inútiles, entonces muchos momentos se me escapan de la cabeza, pero cuando logro recordar diferentes situaciones que he vivido, es como si siempre hubiera música de fondo.

Asumo que éste ejercicio lo habrá hecho mucha gente que les da por escribir en público, ni idea, a mí se me ocurrió un día viendo un comercial de una tarjetas de crédito. Por supuesto no se puede reducir toda una serie de experiencias en una lista de reproducción de 10 canciones, pero en términos muy generales, estas son las canciones que acompañan momentos importantes de mi vida:

El amor por mi madre y mi relación con ella: Angel – Flypside

El segundo man del que creo, me enamoré: Vivo por Ella – Andrea Bocelli y Martha Sánchez

La despedida más triste: U Got it Bad – Usher
                                        There you’ll be – Faith Hill

La esperanza de un amor que iba a durar por siempre: Right here wating for you – Richard Marx

El miedo al amor eterno: My Inmortal – Evanecense

El momento más triste de mi vida: Pobre Diabla – Don Omar

La canción de “tocar fondo”, de bajar la cabeza y rendirse: Zzyxz Rd. – Stone Sour

La que siempre me acuerda de mi mejor amiga: Vivo en el limbo – Kaleth Morales

Cuando me acuerdo del man que me enseñó qué quería para mi vida: Hoy ten miedo de mi – Fernando Delgadillo

Mi canción de salsa y rumba favorita: Ah ah Oh no – Willie Colon

En los momentos donde mi ego está más grande: Invincible – Muse

No refleja un momento en particular, es como mi transversal: Mi Enfermedad – Andrés Calamaro

Si me caso (me imagino que suena en vez de la marcha nupcial jaja): Je T’aimais, Je T’aime, Je T’aimerai – Francis Cabrel

Si tengo una hija: She’s like a rainbow – Rolling Stones

Cuando me vaya a morir: La Colina de la Vida – Leon Gieco & Victor Heredia

Mi canción favorita en todos los tiempos: One Headlight – Wallflowers

La que me hace querer mucha plata: Sinnerman – Nina Simone

De uno de los momentos más bacanos de 2010: Wish you were here – Pink Floyd

Una de las canciones del Colegio: Un beso y una flor - Nino bravo

La que acabo de conocer pero me encanta porque me recuerda que amo mi vida: My Rollercoaster – Kimya Dawson

Lo que pudo haber sido y él no quiso que fuera: First Day of my Life – Bright Eyes

La tristeza de la ilusión rota: Mil pedazos - Cristina y los subterraneos

Como puede ver, mis gustos son demasiado variados y bueno, eso también tiene una explicación. Creo que las cosas que a uno le gustan (y la música no tendría por qué estar exenta), pueden cambiar mucho de acuerdo al ambiente que se vive, la gente que se conoce e incluso la ciudad en la que uno se encuentra. Yo creo que nunca he tenido un patrón estrictamente definido para las cosas que me gustan, y naturalmente, la música no es la excepción. De hecho, he visto que a mí me gustan cosas como por épocas.

Pero en fin, la música es y será siempre mi mejor compañía, sea cual sea.