2 de abril de 2012

Las ironías de la vida

2 de abril de 2012
Apreciado lector:

Hace mucho tiempo no me dedicaba a poder hacer catársis con usted, aunque me parezca que es de las mejores cosas que puedo hacer para liberar el alma. Alegre estoy de poder volver a escribirle.

Estuve revisando algo que iba a postear pronto...y se trata de una vaina que hace mucho tiempo me está rondando la cabeza. Digo "iba a postear pronto" porque voy a postear algo más pronto, que es esto que estoy escribiendo jeje. Bueno, ya. He estado pensando en lo raro que se siente crecer.

En esta ocasión, estaba pensando en que crecer eventualmente traerá una familia (aunque me da pánico el matrimonio, no quisiera a  los 54 estar así de amargada como la dotora, sí - dotora). Y naturalmente pienso sobre el tipo de hombre que quisiera para compartir mi vida. Y me da como rabia, porque hasta pa eso soy torpe; es decir, no he tenido un buen historial en lo que se refiere a la escogencia de pareja.

En este momento estoy sola. Hace unos cuantos meses terminé una relación importante y la verdad me da terror comenzar otra; creo que no es justo para la otra persona tener a flor de piel tantos líos que pueden medrar la forma en la que me comporto. Pero aun así, pues uno no deja de tener su corazoncito y ha habido situaciones que me han puesto a pensar mucho en la estabilidad, el amor, la responsabilidad, la lealtad y demás cosas que acarrea una relación a esta edad.

Poco a poco he aprendido a saber qué quiero del "hombre de mi vida" y también poco a poco he ido preparándome para cuando aparezca, por lo menos intentar, ser la "mujer de su vida"; pero cada vez me termino de convencer, que la idea que tengo de amor, no existe. Eso intentaré explicarlo en otra publicación que tengo casi lista.

Toda esta diarrea mental que está presenciando, va a que los últimos pensamientos que he tenido sobre eso, el amor y las relaciones de pareja, en mi caso, se desdibujan con situaciones, para mí, particularmente irónicas. Y confirmarían lo que los hombres no se cansan de repetir: a las mujeres no las entiende nadie.

Resulta que el que me quiere, es del tipo de man que uno quiere para su vida, y lo quiero, pero no me gusta (y no puedo ser tan arpía de aprovecharme de él y sus sentimientos e intentar algo que sé, no va para ningún lado). El que me gusta, no es el que quiero, y no es del tipo de man que uno quiere para su vida. El que me gusta, el que quiero y el que es del tipo de man que uno quiere para su vida, ni siquiera sabe que existo.

Yo me creo una persona práctica...en general, pero con esto sí le doy la razón al Peludo: qué berraca pa complicada!