8 de noviembre de 2010

Parezco sicóloga, qué mamera...

8 de noviembre de 2010


En serio estoy por creer que algo anda mal con mi cabeza. No sé si sea normal, pero todo el tiempo estoy cuestionándome, todo el tiempo estoy reevaluándome, todo el tiempo estoy sintiéndome en el lugar que no es. Todo el tiempo estoy pensando sobre mí, por qué hago lo que hago, por qué la otra gente hace lo que hace…

Ésta vez, la crisis se desató por una vaina que ni siquiera creo. Estuve en una capacitación de "Habilidades Gerenciales", y como ya los “coaches” no saben qué más inventarse, pues todos hablan de PNL. De entrada “programación” es una palabra que me cae gorda, yo no soy un computador para que me programen. Neuro – lingüística, me parece fabuloso poder alinear lo que uno piensa con lo que dice y hace, pero en mi caso, dudo muchísimo que eso se logre a través de cursos y maricadas de esas. Confieso que me encanta todo lo que me pueda revelar algo más de mi, aprender a descubrirme, aprender a convivir conmigo y conocerme…eso se me ha hecho completamente imposible, yo no sé ni siquiera quién soy y para qué putas estoy aquí. Esto fue lo que desató la crisis. La PNL se basa en conocerse para uno cambiar lo que no funciona y dirigir su vida hacia un objetivo trazado. Esto suena bonito…pero yo no lo creo. Primeramente porque no considero que los cambios se hacen así porque sí; para mí un cambio nace de una experiencia vital que recae directamente sobre el ser, el resto serán puros pajazos mentales. Segundo, a mí, no me ha funcionado tener un plan. Admiro realmente a quienes llevan su vida organizada, que se rigen por lo que alguna vez se trazaron y todo lo hacen por ello. Yo declaro eso en mi vida, un imposible.

Yo sé que estoy muy chiquita, y que todavía me falta mucho pelo pa’ moña, pero de lo que he vivido hasta ahora, es de lo que puedo hablar, y eso es lo que trato de hacer: mi vida ha estado llena de giros, de cosas malas, de cosas buenas, de ires, de venires, de estar aquí, allá, de pensar esto y lo otro, de cambiar. Hace no más dos años lloraba porque me cambiaron de oficina (sí, lo más banal, nada más que un cambio de espacio físico, sólo eso….perdón, solo eso), pero eso tal vez se debía a que me estaba descubriendo y eso asusta (ya ve por qué le digo que parezco psicóloga, fó!). Viéndolo todo desde acá y viéndolo en macro, toda mi vida he querido cosas distintas y las he probado.

Yo simplemente no puedo pensar que todo lo que vengo a hacer en el mundo, lo tengo escrito en un papel. Yo tengo las cosas grandes, las etéreas, las que no puedo encasillar en un “cómo” o en un “así”. Yo quiero transformar realidades, yo quiero cambiar el mundo, yo quiero ayudar, yo sé a través de qué (mi cabeza y mis manos), pero aún no puedo saber cómo. Es cierto, la cabeza funciona por objetivos, pero los míos son a corto plazo, no son tan ambiciosos, y sé y confío que todos esos objetivos se unen en algo muy grande, pero me queda imposible ahora, decir qué es eso tan grande. Yo creo que la misión de uno en la vida no se puede determinar ahorita. Los puntos no se unen en perspectiva, lo hacen en retrospectiva.

Me pusieron a “visualizar” el futuro, me pusieron a pensar quién iba a ser la Luisa de 10 años más adelante, de 50 años más adelante. Y no pude verla claramente. En 5 años pude ver a una vieja en medio de la selva despidiéndose de toda una comunidad indígena. Luego, vi una familia, luego vi una viejita en una casa de campo contándole historias a sus nietos, sobre sus viajes a la selva y el por qué de su tatuaje.

Apuntar todo y enfocar las fuerzas para lograrlo, le quita el tinte a la vida. Me decían que era un solo camino: adelante el futuro, atrás el pasado; “NOOOOOO” fue lo que pensé. En primer lugar mi pasado no está atrás…está a mi lado, si quiero echar mano de él y coger todo lo que aprendí, el que esté atrás es una pérdida de tiempo…tendría que girar (darle la espalda al futuro por si no me hice entender), buscar lo que quería y quién sabe qué tantas cosas me perdí por estar mirando atrás (asi sea pa encontrar algo que sirva de herramienta pal futuro), mi futuro claramente está delante, pero no es lineal.

“Encontrar mi lugar en el mundo”, el lema de la jornada…cuando lo encuentre, le digo. Lo sentiré, se lo aseguro. Mis entrañas se encargarán de eso. Sólo que eso no lo puedo hacer sentada en una silla escuchando a un par de manes que vienen a enseñarme de mi vida. Perdón, pero no lo acepto.

Mi lugar en el Ministerio: pues…yo la verdad estoy usando mi trabajo para coger todo eso que necesito: conocimientos, experiencia, capital social, plata…para poder cambiar una parte del mundo, partecita…chiquitita, pero cambiarla.


Si de soñar se trata, yo sueño: quiero aprender todo lo que sea necesario de formulación y gestión de proyectos, quiero irme de pueblo en pueblo armándolos y moviéndolos; saber muchísimo de eso y para cuando esté "grande", que siente cabeza, crearme una empresa de consultoría; tener una casita en las afueras de la ciudad, donde se pueda respirar aire limpio; poder tener la posibilidad de viajar; quisiera no sentirme atada a las cosas, a las ciudades; quisiera no necesitar más...saber que mis entrañas se sienten libres. Esto es lo que yo sueño, no sé si se hará realidad, no sé si será así que cambie realidades...ni siquiera sé si mañana voy a estar viva.

Yo no pienso que uno viene armado, fijo fijo si viene con un propósito. Y hay es que descubrirlo, no inventarlo! si yo creo que vengo con un propósito, lo busco…y veo opciones, tomo caminos, intento, voy, vengo, caigo, me levanto. Si me invento un propósito, me pierdo de lo que me trae la vida. Yo pienso que uno va armando su rompecabezas…sí, la vida es como un rompecabezas…empiezas armando el marco, y con tiempo y viendo que las figuras cuadran, vas armando el resto, sólo para cuando pase el tiempo, darte cuenta lo lindo que te quedó y lo orgulloso que te sientes. (Aclaración: 1500 pieces puzzle).

0 comentarios: